Siempre me ha inspirado la idea de mejorar el mundo a través de la tecnología, la innovación y la interacción. Mi objetivo con Mimo siempre ha sido aprovechar esa inspiración y crear un negocio próspero, cultivando relaciones significativas y valiosas con mis clientes y mi equipo. Me enorgullece decir que, aunque nunca dejo de crecer, y Mimo tampoco, lo he logrado.
Muchos emprendedores y dueños de negocios se limitan a gestionar a las personas o el negocio a medida que crece y evoluciona, alejándose cada vez más de los detalles prácticos del día a día de la empresa. Para mí, siempre ha sido importante involucrarme en el proceso de ingeniería práctica, lo cual considero crucial no solo para comprender a fondo todo lo que sucede dentro de la empresa, sino también para implementar una visión a largo plazo y generar valor.
Mi prioridad al dirigir Mimo siempre ha estado basada en las personas y las relaciones. Creo que, en parte, esto se debe a que, en tiempos difíciles, debo asumir la mayor parte de las consecuencias. En 2020, cuando todo nuestro negocio se vino abajo (nuestro único año sin ganancias), estaba decidido a conservar a todos y a asumir la mayor parte de la carga posible. Así que, en 2020, no cobré ningún salario e hice todo lo posible por mantener a todos empleados, algo que me enorgullece decir que logré con éxito.
Además, era importante fomentar la equidad en la comunidad, pero también contribuir a una mayor escala. Para ello, colaboramos con TechSoup, una organización sin fines de lucro que conecta nuestros productos con cientos de organizaciones sin fines de lucro que podrían beneficiarse de ellos. Gracias a esto, nuestras exhibiciones se han proporcionado gratuitamente a centros científicos, escuelas, organizaciones religiosas, bibliotecas y muchos más.